La bondad no existe

Huma Rojo confiaba en la bondad de los desconocidos. Con su peluca rubia y un principio de Bettie Davis, como si se tratara de una enfermedad. La chica capicúa es como Huma, siente la predisposición. Adicta al cambio. Dice que las casualidades se alinean, como los planetas, cuando no miras. Y el caleidoscopio que te regalé devuelve la imagen de lo que le ocurre a mi estómago: se descompone, pero no sale el arco iris. En su lugar descubro una metáfora tachada con Pilot Negro. Siempre preferiste los bolígrafos BIC. Te colocabas con Edding y me robabas los Stabilo. La chica capicúa no escribe. Viaja en aviones Low Cost y se pierde en sus círculos. Le he regalado un caleidoscopio, para que se mire y recuerde que la bondad no existe, que su felicidad es tan solo una puesta en escena y que "te lo digo por tu bien" es una mala estrategia. No me habla desde hace tres meses. He agotado nuestras casualidades. Tan solo me queda de ella un BIC Cristal achatado por los polos y una carta que no sé si abrir antes de que den las doce. No recuerdo su número de pie. Tenía la voz grave ¿Te acuerdas? Parecía sacada de uno de tus dibujos

4 comentarios:

.Bipbond dijo...

Tan solo me queda de ella un BIC Cristal achatado por los polos y una carta que no sé si abrir antes de que den las doce . . .Me encanta . . .Sera usted enlazada en cuanto descubra los secretos del Blog . . .Bon Weekend . .

Marigel dijo...

He llegado a tu blog de casualidad, pero me ha gustado tu escrito.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Eres mala, me has hecho llorar, hay tanta pasión en lo que escribes.

En fin, será el domingo, serán las contradicciones que juegan a compensarse la una con la otra, pero me has hecho llorar.

Un besito cariñoso

Elisa McCausland dijo...

Un beso cariñoso para ti, anonima, :)