Resistencia

Aguantar, de puntillas, como cuando era bailarina. Los dedos se-pa-ra-dos. Las uñas pintadas -de rojo-. El nudo en la boca en el estómago. ¿Y la conciencia? Tranquila.

La reina de las nieves

Fría, pero con las mejillas sonrosadas. La reina de las nieves se deshace en lágrimas cuando dice la verdad. Se colorea la cara por las mañanas para disimular que tiene miedo, que siente pena, que la culpa es de los otros, que las otras no la quieren. Y se inyecta golosinas. Dulce en vena. Letras blandas. Como estrellas que tropiezan. Tocan tierra. Tocan fondo. Para escalar por sus piernas, trepar por sus brazos y formar constelaciones lunares cerca de sus labios. Este suelo que se abre. Traga, traga. Sin parar. No sostiene, no te espera. Drogas duras, muertes tristes. Una lágrima que rueda, carne abajo, hacia el escote. Blanco, grave, extraño... maternal.

Alicia

"Por qué habré llorado tanto" se pregunta la niña que, sin pudor, se mete en la boca hongos, orugas y pastas de té. Antes de que la hora cambie. Esta baraja no tiene suficientes corazones. Y mi reloj ha dejado de latir.