Loca de atar

Me voy a volver loca, loca de atar. Esto más que un cuento, un relato, una vomitona es una invocación. Nos cruzamos, pero no nos vemos. Eres lo que quiero. Lo quiero. Te quiero. Leo que estuviste, en el mismo sitio, durante la misma tarde. En la Filmoteca. En el Palacio Real. Pero no nos chocamos, joder. No nos atravesamos con violencia. Cuando ocurra - si ocurre - yo titubearé al creer que hablo contigo, pero solo estarás siendo cordial. Me dirás algo bonito e insustancial y yo pensaré en las fotos. En tu carne. En tus ojos tristes. En tu cuerpo sumergido. En tus palabras. Y en todo eso que dejas desperdigado para que los demás recojan y guarden.

Interzona(s)

Almorzando desnuda,
cenando vestida de verde
- primaVera(l)-
en Entremundos.

La Interzona es
un Reinohueco,
pero masculino.

A Cronenberg
se le ha olvidado
a qué sabe la sangre
en el desayuno.