Enterrar en cada sitio en el que he sido feliz objetos tristes. Guardar bajo piedras una pizca de sentimiento. Desenterrar el tesoro y tragar sin mirar. Desentrañar el misterio. Escarbando. Como una perra lúcida en un charco de estiércol.
No me hace falta enterrar nada triste en el lugar en el que más feliz he sido. Voy todas las semanas a escarbar en aquel charco de estiércol. Y va a hacer dos años que me dejó, fíjate.
Quiero enterrar esos objetos tristes... lo voy a hacer, a ver si el universo me devuelve para siempre para siempre la felicidad que dejé escondida y no encuentro.
6 comentarios:
Como una perra lúcida en un charco de estiercol.
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No me hace falta enterrar nada triste en el lugar en el que más feliz he sido. Voy todas las semanas a escarbar en aquel charco de estiércol. Y va a hacer dos años que me dejó, fíjate.
¡Que vivan las contradicciones! Y las piedras que cobijan tus sentimientos, y se tornan en lilas, margaritas y amapolas, claro ;)
Beso, linda.
Quiero enterrar esos objetos tristes... lo voy a hacer, a ver si el universo me devuelve para siempre para siempre la felicidad que dejé escondida y no encuentro.
esta perra lúcida andaba escarbando en un charco de estiercol esos días, también
besos
hubo un tiempo en que sí las llevé así muy larguitas en comparación con el resto del pelo... y me han entrado ganas de volver a dejarlas crecer!
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