Gris

Entiendo a aquellos que buscan frente a un desconocido el porqué del madrugón laboral. Instrucciones de uso: Cómo cambiar la náusea por las mariposas en el estómago. Cómo no caer rendido, en el vagón, antes de la batalla. Cómo esperar. A que las puertas se abran y aparezca una chica de ojos grises. Frente despejada. Pendientes feos. Chaqueta a juego con el iris. A que se sonroje porque sí. A que el libro que tiene entre las manos se caiga, de repente. Así. Sin más.

2 comentarios:

Rubén Darío Carrero dijo...

Eslavo.

jorge dijo...

Si la chica cierra el libro y me mira, el día abre una nueva puerta.