Confesión postal

Dentro de ese buzón hay un cura que me quiere coger el bajo de la falda. Zurzo con esmero las vocales. En los pliegues. Sus tijeras, mi lengua y algunos sellos. Le pido los retales. Como recuerdo.

2 comentarios:

Enrojecerse dijo...

¿y te los da?

Mara Islandia dijo...

Rétales. A los recuerdos, digo.