La misoginia es el arma de los cobardes

Él le dijo que no era un genio, que sus tetas eran pequeñas, que su vida era imperfecta. Nunca barajó amarla hasta el tuétano para evitar su fuga inminente. Fue víctima de una mala estrategia de comunicación. Por favor, despidan al director de campaña.

4 comentarios:

Comtessa d´Angeville dijo...

Me gustan, no sé por qué. Los hombres misóginos. El único del que he estado del todo enamorada lo es. Con el que vivía hasta no hace mucho lo es, además declarado, hasta el extremo. Igual no es que me gusten, igual es costumbre, por eso me descentran los que no lo son, me siento extraña con ellos. Lo decía la Plath en aquel poema, que toda mujer adora a un fascista... no lo recuerdo exactamente pero también se cargaba al padre, sí. Papito papito, escúchame bastardo, acabada estoy (o algo así). Tengo que tener Ariel en algún lugar de esta habitación pero no tengo tiempo para buscarlo, que debo acicalarme a ver qué hay esta noche. Otro fascista, seguro.

Isabel Tejada Balsas dijo...

Rodeadas de pésimos estrategas estamos ¬¬

ANDREA dijo...

El hombre que hace sufrir a una mujer ¿que es?, sencillamente no se merece ni llamarse hombre.

Trice dijo...

....y de los narcisos (ese otra que te usa y ni se nota).