La chica de los jueves

Conjurar
la realidad
para que los siete días
de la semana
siempre sean
jupiterianos.

Mañana

Nosotros y nosotras. Frente al abismo. Sobre el volcán. 

Mi chica

Algo se me rompe, a cachitos, se me rompe. ¿Por qué? No sé, pero se me hace pedazos algo, muy dentro, cuando la miro. Y recuerdo. La miro y me rompo, joder, me rompo; porque, cuando la miro, siento. Frío. Siento. Verdad. Siento que el mundo queda suspendido. Como cuando te pillan copiando en un examen. De matemáticas. Y el resultado se empaña. Se pierde. El resultado no importa. Solo vale lo que se rompe. A cachitos. Lo que se pierde. En mil pedazos. Lo que sabes que no puedes, no lo pidas, no debes. Recuperar. 

Verano en Marte

Perdidos en aquel planeta rojo. Te acuerdas. En la carretera donde nos conocimos confluyeron dos realidades: Antes y ahora. Intento recordar cómo era todo entonces -tú, yo, las novelas de ciencia ficción-, pero solo encuentro nieve en este canal. Sintonizar será mi nuevo pecado favorito. Pegarme un tiro entre las piernas mi plan. Simulacro y bienestar. Real. Intento acabar con esta sensación de que no hay futuro, pero es difícil. Inútil. Sin ti. 

"El último tránsito de Venus de nuestras vidas"


Una polilla eclipsando la pantalla del ordenador. La última ventana del patio interior se apaga. Sola. De madrugada. Sola y triste. Y enfadada. Sin saber de dónde vienen esos graves. Sin saber si el agua es agua o solo lágrimas. Todo es más grande cuando miro por la ventana. Este lunar. Nuestras deudas. La oscuridad de este patio. Todo es más dulce cuando el dolor se marcha. Lo encierro. Se duerme. No recuerdo qué hay mañana, trabajo, qué hay mañana, rutina, qué hay mañana. Silencio. 

Sushi

No sabes lo importante que son algunas mujeres en tu día a día hasta que desaparecen.

Gris

Entiendo a aquellos que buscan frente a un desconocido el porqué del madrugón laboral. Instrucciones de uso: Cómo cambiar la náusea por las mariposas en el estómago. Cómo no caer rendido, en el vagón, antes de la batalla. Cómo esperar. A que las puertas se abran y aparezca una chica de ojos grises. Frente despejada. Pendientes feos. Chaqueta a juego con el iris. A que se sonroje porque sí. A que el libro que tiene entre las manos se caiga, de repente. Así. Sin más.

Perspectiva invertida

Es lunes y me ha levantado de la cama un aroma a jazmín. Tabaco y jazmín. Un jersey que no es el mío por almohada. Unas bragas de repuesto en la mochila. Tijeras para hacer de este día el último. El primero. Tell me why I love this monday!

Abril

Puta niña idiota. Lo nuestro se resume en un megahit cantado por una postadolescente noventera. Y, joder, cómo duele.

Fraude

El Apocalipsis no será como esperamos.

Life planning

Naces, creces, te nutres, socializas, ¿amas?, quieres, te reproduces, ríes, te contagian, lloras, te conformas; y muer(d)es.

Don´t be angry

Lo que me mantenía entera
ya no está.

Entremundos

Cómo dejar de ser niñas y convertirnos en historias. Inmortales y, a la vez, terrenas. Contagiosas. Cómo viajar de la carne a la Inmateria. Sin caer por el agujero (de gusano). Cómo encontrar el camino de vuelta, desde la madriguera.

Invocamos. Mito y ficción. Suplicamos. Mudarnos a Entremundos.

Con Hermes entre mis piernas, vuelo. Serpientes en el caduceo. Drogas duras. Y Thot a través del espejo. Buscamos una idea. Poderosa. Más que una diosa, un concepto encarnado. Nada que se le parezca ha existido. Jamás. El fulgor sagrado de la imaginación. Soy Promethea y te traigo fuego.

La voz que queda al cerrar el libro. Puro deseo. Fluye, cual mercurio. Es la mágica inspiración. Un sueño que camina. Abriéndose paso. Alzando el vuelo.

La novia cadáver

Esclava de un primer mundo
en descomposición.

Mercancía
que sonríe
y teme.

El objeto definitivo.
De lujo.
Sumisa y letal.

Enferma de otros.
Borracha de sí misma.

Se siente bella
(cuando baila,
cuando muerde).

Carne, huesos y tú.

¡Qué le corten la cabeza!

Corazón de depredadora

Atrapada por la costumbre. Poco importa que ladres. Tú pierdes.

Dolores

Me conmueve
hasta casi costarme
una lágrima
que su prenda
favorita
sea la sudadera
dos tallas más grande
de él.

Para estar por casa.
Para estar bien.

Teatro y bestias

La virtud es una enfermedad contagiosa. Perfectamente representada. Amor y venganza. ¿Cuál me irá mejor esta noche?

Marital

Amar como lo hacen los locos. Hasta el hueso.

Antes de que el mundo acabe (orgías apocalípticas I)

Bajo tierra, como topillos hiperhormonados, bailamos. Hijos bastardos del fin de siglo. Nos consumimos antes del último ataque. Terror ontológico. En vena. La nueva droga de diseño se llama 'Apocalipsis'. Sabe a sexo y descontrol; a texto sagrado, barra de peep show y comunión laica. Despertar total. Ábranse de piernas. ¡Ábranse a la magia!